Puede que la White Collar Factory represente uno de los nuevos avances más pioneros en los espacios de oficina de Londres, pero nunca se tuvo la intención de convertir su sótano en un espacio de trabajo. No obstante, cuando los planes de convertir este espacio en un restaurante no llegaron a materializarse, los arquitectos del edificio, Allford Hall Monaghan Morris (AHMM), vieron la oportunidad de hacer frente a lo supuesto anteriormente. Este espacio de 983 metros cuadrados, cuya única fuente de luz natural son cuatro tragaluces pequeños, se ha transformado inteligentemente en un centro creativo y flexible para 110 empleados de AHMM, y todo gracias a un esquema de iluminación basado en Human Centric Lighting, legitimado con un innovador sistema de iluminación de ERCO.