Modernizar un espacio urbano antiguo supone todo un reto. Como complemento para los edificios de arenisca circundantes, el arquitecto Woods Bagot diseñó una impresionante pared fundida a mano de piedra de vidrio veneciana para dotar de nuevo brillo a la fachada de este rascacielos construido en Sídney en 1972. Durante el día, la luz penetra en el vestíbulo, mientras que, por la noche, el edificio se ilumina gracias a las luminarias empotradas en el techo Lightgap de ERCO, cuya luz baña los ladrillos por arriba y por abajo.