Comprar bajo las estrellas

La marcha triunfal de las galerías comerciales inspiradas en el modelo estadounidense continúa imparable también en Europa. Con frecuencia, estos centros comerciales son complejos de bajo coste construidos y diseñados sin encanto. Pero afortunadamente también existen ejemplos que demuestran que es posible resolver la tarea constructiva de manera arquitectónicamente convincente y sin merma alguna en cuanto a la funcionalidad y la rentabilidad. Entre estos ejemplos se cuenta el recientemente inaugurado Bory Mall, ubicado en una población de la periferia occidental de Bratislava.

Red de trayectos orgánica
La sociedad de inversión eslovaca Penta, que en este caso actúa no solo como promotor inmobiliario sino también como explotador, contrató para este proyecto al internacionalmente reconocido estudio de arquitectura italiano de Massimiliano Fuksas. Al diseñar el centro comercial, que abarca dos plantas principales, los arquitectos otorgaron prioridad a la accesibilidad interna del complejo. En lugar de los habituales pasajes estrictamente rectos y flanqueados por tiendas, desarrollaron para el Bory Mall una red de trayectos con carácter orgánico. Los pasajes de trazado sinuoso y curvado, que se estrechan y ensanchan según el tramo, permiten un recorrido variado y estimulante por la galería. En algunos puntos, los trayectos llegan a ensancharse hasta formar pequeñas plazas con una elevada calidad de estancia, ideales para intercalar tranquilas pausas reparadoras durante las compras. Numerosas aberturas en el techo entre ambas plantas principales permiten que la luz natural llegue a los pasajes inferiores. Con sus formas alegres, reminiscentes de la arquitectura de los años 50, enriquecen la calidad espacial de estos trayectos para curiosear. Los techos blancos y los suelos con pavimento de piedra natural clara y parqué acentúan aún más la atmósfera acogedora en el interior del centro comercial.

El techo como cielo estrellado
Para los techos de los pasajes y las plazas, los arquitectos proyectaron una iluminación que debía evocar la imagen de un cielo estrellado, sobre todo mediante la distribución irregular de fuentes de luz puntuales. Se requería además una intensidad luminosa uniforme y agradable con un mínimo de 300 lux. Atendiendo a esta especificación, entró en juego Skim, la luminaria empotrable en el techo de ERCO. El constructor, que ensayó y comparó con ayuda de una maqueta los productos de diversos proveedores, se decidió por la solución propuesta por ERCO. El factor determinante para la decisión fue el hecho de que el empleo de Downlights Skim permitía reducir en un 20% el número de luminarias y rebajar en hasta un 40% los costes operativos en comparación con los productos de la competencia: para un inversor con perspectiva a largo plazo, la extraordinaria eficiencia de las luminarias LED constituye un argumento poderoso. Junto a estos aspectos económicos, también desempeñaron un papel importante en la decisión en favor del Downlight Skim la facilidad de montaje, la brillantez visual de la tecnología de lentes desarrollada internamente por ERCO para Skim, así como el diseño sencillo y plano. La luz mágica procedente de la lente de carácter arquetípico satisfacía además los requisitos estéticos planteados por el concepto del cielo estrellado.

Limitación del deslumbramiento perfecta
Para la iluminación de una superficie aproximada de 20000m², en total se instalaron en el Bory Mall alrededor de 2500 Downlights Skim de 28 vatios y luz de color blanco neutro con 4000 Kelvin. Una tercera parte de ellos están provistos de lentes oval flood, mientras que los dos tercios restantes incorporan lentes wide flood. Los Downlights Skim con distribución luminosa ovalada se instalaron a lo largo de los escaparates, a fin de evitar solapamientos molestos con la iluminación de las tiendas. Una vez más se acredita aquí la extraordinaria limitación del deslumbramiento de esta herramienta de iluminación, que la predestina para la iluminación de tiendas y oficinas. Durante el día, cuando la luz natural ilumina los pasajes a través de los tragaluces circulares de distinto tamaño en el techo, no están encendidos todos los Downlights Skim. En función de la demanda de luz, se activan mediante una regulación en tres niveles automatizada que garantiza una iluminación óptima en todo momento. Se obtiene así una atmósfera agradable y al mismo tiempo expresiva en todo el complejo.