El arte vive de la diversidad de las estructuras, los colores y los tamaños. Igualmente versátiles se presentan las herramientas de iluminación profesionales que escenifican expresivamente las obras expuestas. De ahí que las lentes sustituibles para lograr distintas distribuciones luminosas sean idóneas para minimizar el esfuerzo asociado a los cambios de exposición. Los proyectores, regulados con precisión para satisfacer requisitos escenográficos y de conservación, crean una infraestructura flexible para la presentación impresionante del arte y la cultura mediante la luz.
No solo los artistas escogen estrategias individuales para fascinar, hacer reflexionar o provocar al observador. También los comisarios manejan de manera sensible y diferenciada la atmósfera en sus salas de exposición cuando interpretan y escenifican con luz las obras expuestas. Cuando se cambia una exposición, en la mayoría de los casos cambian también las formas de presentación, haciendo necesario un nuevo concepto de iluminación. Si en una muestra domina un «cubo blanco» frío con bañado de paredes, la siguiente exposición puede requerir un ambiente oscuro con acentuación dramática mediante haces de luz muy intensivos. A fin de mantener bajo control el esfuerzo y los costes asociados a tales cambios de exposición, la iluminación debe tener en cuenta esta variación.
Esto requiere tanto distribuciones luminosas cómodamente modificables como una posibilidad de control cómodo. Dado que los LEDs emiten la luz de forma distinta a las lámparas convencionales, resulta posible un nuevo concepto de luminarias en el que la óptica está orientada al cambio de lentes sin herramientas, a fin de poder adaptar con rapidez y facilidad las distribuciones luminosas a los requisitos de las diversas obras de arte. Un sistema formado por tres elementos se ha consolidado por su flexibilidad, eficiencia y fiabilidad de manejo: una lente de silicona en el chip LED, un colimador para la concentración y una lente Spherolit sustituible.