Los vestíbulos de empresas y de instituciones educativas y culturales actúan como tarjetas de visita, transmiten una primera impresión de una organización, una empresa o una institución, e idealmente despiertan la curiosidad por descubrir más. Entre las virtudes del diseño de iluminación cualitativo se cuentan facilitar la orientación y crear el ambiente adecuado. Explicamos desde el concepto hasta el ejemplo de planificación cómo dar la bienvenida a los visitantes mediante la luz.
A menudo proyectado como espacio de entrada generoso y alto, el vestíbulo desempeña funciones representativas y al mismo tiempo actúa como área de recepción y de espera, así como de acceso a zonas adyacentes del edificio. Como transición entre el exterior y el interior, entre el espacio público y el privado, en este ámbito concurren escalas espaciales muy diversas. Por consiguiente, es muy importante respaldar mediante la luz la orientación dentro de estas funciones y situaciones espaciales distintas. Sin embargo, la luz puede hacer mucho más que simplemente ofrecer orientación y señalar. La dimensión emocional de la luz – por ejemplo, como efecto espacial suave o temperamental – puede emplearse muy eficazmente para modelar una bienvenida atractiva. Además, la iluminación en un vestíbulo puede contribuir sustancialmente a hacer perceptible en términos visuales la identidad de la empresa. El margen de maniobra creativo de la luz para la autorrepresentación de una marca corporativa, educativa o cultural abarca desde una atmósfera discreta y sobria hasta una escenificación dramática.