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Cuando la luz da la bienvenida. Estructuración atractiva de vestíbulos mediante el diseño de iluminación cualitativo., ,

Cuando la luz da la bienvenida. Estructuración atractiva de vestíbulos mediante el diseño de iluminación cualitativo.

Los vestíbulos de empresas y de instituciones educativas y culturales actúan como tarjetas de visita.

Los vestíbulos de empresas y de instituciones educativas y culturales actúan como tarjetas de visita, transmiten una primera impresión de una organización, una empresa o una institución, e idealmente despiertan la curiosidad por descubrir más. Entre las virtudes del diseño de iluminación cualitativo se cuentan facilitar la orientación y crear el ambiente adecuado. Explicamos desde el concepto hasta el ejemplo de planificación cómo dar la bienvenida a los visitantes mediante la luz.

A menudo proyectado como espacio de entrada generoso y alto, el vestíbulo desempeña funciones representativas y al mismo tiempo actúa como área de recepción y de espera, así como de acceso a zonas adyacentes del edificio. Como transición entre el exterior y el interior, entre el espacio público y el privado, en este ámbito concurren escalas espaciales muy diversas. Por consiguiente, es muy importante respaldar mediante la luz la orientación dentro de estas funciones y situaciones espaciales distintas. Sin embargo, la luz puede hacer mucho más que simplemente ofrecer orientación y señalar. La dimensión emocional de la luz – por ejemplo, como efecto espacial suave o temperamental – puede emplearse muy eficazmente para modelar una bienvenida atractiva. Además, la iluminación en un vestíbulo puede contribuir sustancialmente a hacer perceptible en términos visuales la identidad de la empresa. El margen de maniobra creativo de la luz para la autorrepresentación de una marca corporativa, educativa o cultural abarca desde una atmósfera discreta y sobria hasta una escenificación dramática.

Pensar en términos de calidades de la luz en lugar de en valores de iluminancias

Para el diseño de iluminación cuantitativo en vestíbulos, los proyectistas técnicamente versados parten de las normas. Guiados por los indicadores de iluminancia, uniformidad y evaluación del deslumbramiento, desarrollan un concepto que deja fuera los aspectos creativos. Dado que para el desarrollo de las normas fueron determinantes valores numéricos para la seguridad, la orientación y las tareas laborales, en ellas apenas se tienen en cuenta los aspectos creativos. Como consecuencia, los gestores de proyectos otorgan mucho valor al respeto estricto de los valores límite durante el proceso de planificación, aunque falten valores empíricos para estimar si ya pequeñas desviaciones provocarían dificultades significativas. En cambio, el diseño de iluminación cualitativo parte de la percepción con un carácter más holístico. Esta estrategia de planificación aborda tanto los requisitos planteados por las tareas visuales como las necesidades psicológicas, a fin de alcanzar un mayor grado de bienestar.

El cambio de perspectiva: luz para ver, mirar y contemplar

Richard Kelly (1910-1977) está considerado como un pionero del diseño de iluminación orientado a la percepción. Sustituyó la cuestión de la cantidad de luz por las tres categorías «ambient luminescence» (luz para ver), «focal glow» (luz para mirar) y «play of brilliants» (luz para contemplar). La luz para ver designa la iluminación básica simple. Esta forma de iluminación, por ejemplo mediante downlights o un bañado de pared uniforme, favorece la orientación y otorga una sensación de seguridad. Esto es importante en vestíbulos, ya que se trata de transmitir seguridad al visitante en un terreno en principio desconocido. La luz para mirar se concreta en la luz de acento, que enfatiza objetos, superficies y zonas del espacio y establece jerarquías de percepción. En la escenificación de cuadros y esculturas, constituye un instrumento esencial para dirigir la atención del observador. En espacios de recepción, esto desempeña un papel crucial, dado que mediante la acentuación pueden realzarse áreas concretas, tales como mostradores de recepción, escaleras y otras zonas de tránsito u obras de arte representativas, incluso en espacios grandes. La luz para contemplar es la luz decorativa, la luz para sorprender y como finalidad estética en sí misma: a esta categoría pertenecen los efectos luminosos con luz de color, así como luminarias decorativas e instalaciones de arte luminoso para crear ambiente en vestíbulos. Los conceptos de iluminación están logrados si los tres componentes – iluminación básica, luz dirigida y luz decorativa – están combinados en una proporción adecuada.

Las categorías de Kelly también resultan ideales para ilustrar a los propietarios la complejidad de una solución de iluminación y desarrollar conceptos para vestíbulos. No obstante, los proyectistas también pueden prescindir deliberadamente de categorías a fin de lograr un efecto luminoso concreto, por ejemplo evitando la iluminación básica para crear una escenificación especialmente dramática mediante la acentuación. Kelly desarrolló una obra maestra del diseño de iluminación cualitativo para el vestíbulo representativo del edificio Seagram de Nueva York, diseñado por los arquitectos Mies van der Rohe y Philip Johnson y construido en 1958. La luz tenue en los cubos para los ascensores no solo proporciona orientación, sino que gracias al sutil juego de luces y sombras en las paredes de travertino transmite una sensación de refinamiento al entrar en el edificio. Mediante la iluminación vertical se crea así una impresión espacial luminosa y transparente del vestíbulo acristalado para los transeúntes que pasan por la plaza. Al mismo tiempo, la planta baja bañada con luz intensa otorga al rascacielos una agradable apariencia de ligereza. Los downlights a lo largo de la fachada crean la impresión de una alfombra de luz entre el interior y el exterior, y enfatizan asimismo la gestualidad de recepción representativa. Los principios de la iluminación vertical y de la alfombra de luz no han perdido ni un ápice de relevancia en la actualidad, dado que satisfacen necesidades de psicología de la percepción de carácter universal.

Potenciar la orientación con luz

Por lo que respecta a los requisitos fundamentales de la psicología de la percepción planteados en los espacios, William Lam (1924-2012), uno de los pioneros del diseño de iluminación orientado a la percepción, sitúa en primer lugar la necesidad de orientación. Esta incluye ante todo la orientación espacial, con la identificación de caminos y destinos. En un vestíbulo, esto afecta por ejemplo a la recepción para el registro, a los accesos a habitaciones, así como a la zona de espera. Utilizando distintas iluminancias, resulta posible jerarquizar adicionalmente la relevancia de las zonas y favorecer así la legibilidad del entorno. No está indicado un contraste de iluminancia de 1:2, dado que el ojo apenas lo percibe. De ahí que se recomiende un contraste de como mínimo 1:5 en relación con el entorno. En espacios grandes, también es conveniente un escalonamiento de la profundidad para diferenciar el primer plano respecto del fondo. Una mayor luminosidad de la pared posterior en relación con el cancel en la fachada ayuda a dirigir la atención hacia la zona posterior del vestíbulo. También la diferenciación entre la recepción pública y la zona de espera privada contribuye a facilitar a los visitantes la comprensión de la escala espacial. Esto puede lograrse, por ejemplo, mediante una temperatura cromática más cálida así como un cono de luz más estrecho para la zona de espera privada.

Otro parámetro creativo en el diseño de iluminación orientado a la percepción reside en la concordancia entre los patrones espaciales y los patrones luminosos. Una gran pared blanca representa una forma coherente y clara. Sin embargo, en las paredes de vestíbulos se encuentran a menudo downlights junto al techo que crean característicos conos luminosos truncados en la pared y merman así la claridad de la pared. Debido al gradiente de luminancia, se crea un nuevo patrón en el que la parte superior de la pared permanece oscura y la parte inferior aparece clara, ambas separadas por una llamativa serie de parábolas. En este caso, el patrón espacial y el patrón luminoso no concuerdan, dado que debido al material homogéneo de la pared y al contraste claro/oscuro se establece un conflicto que dificulta la legibilidad del espacio. La impresión es distinta cuando se utiliza el bañado de paredes. La distribución uniforme de la luminosidad de arriba abajo, así como a lo largo de toda la pared, unifica claramente el espacio y la luz y facilita la orientación en el vestíbulo. Además, los vestíbulos de entrada con bañado de paredes transmiten mayor tranquilidad, gracias a la ausencia de transiciones claro/oscuro en las paredes que atraigan la atención.

Iluminación vertical: iluminar lo que el ojo ve

Nuestra sensación de luminosidad viene determinada por las luminancias en el campo visual. Con la dirección de la mirada del ojo humano hacia delante, las superficies verticales en vestíbulos adquieren una elevada relevancia, dado que ocupan una gran parte del campo visual al entrar en el edificio. La combinación entre el color de material claro y la iluminación se traduce en una sensación espacial luminosa, que contribuye decisivamente a la atmósfera general de la entrada. Debido a esto, en la fase de planificación de las zonas de entrada, es aconsejable precisamente recorrer un edificio como visitante ficticio y comprobar qué superficies predominan en el campo visual, para dedicarles especial atención en el concepto de iluminación. En vestíbulos, la pared opuesta a la entrada adquiere una importancia determinante, ya que se encuentra en el eje visual al entrar en el edificio. El efecto luminoso se percibe también en el exterior y puede generar una impresión sumamente representativa y generosa al aproximarse.

Si el visitante va a dirigirse a continuación al área de información o a una barra de cafetería en el vestíbulo, es recomendable trabajar allí también con superficies verticales claras, a fin de dirigir la atención hacia allí. Especialmente cuando se utilizan elementos murales refinados o inusuales, la iluminación acertada permite realzar muy eficazmente la calidad de los materiales, por ejemplo mediante luz tenue en superficies rugosas de piedra natural. La iluminación vertical también es idónea para destacar cuadros o pilares del edificio como elementos del interiorismo. Dependiendo del tamaño, la proporción y el material, puede utilizarse un cono de luz intensamente acentuado o alternativamente oval, un bañado de pared de gran superficie o una luz tenue llamativa.

Lograr una elevada rentabilidad con herramientas de iluminación eficientes

Dado que en los vestíbulos se dan muchas tareas de iluminación distintas, solo es posible alcanzar un alto grado de eficiencia en cuanto al efecto luminoso deseado, así como a los costes de inversión, operativos y de mantenimiento, si la tecnología está perfectamente adaptada a la situación. Una luminotecnia que deba desempeñar simultáneamente varias tareas tan solo puede conducir a un compromiso débil, y con frecuencia exige restricciones en uno o varios factores. Un proyector con una distribución extensiva de la intensidad luminosa está indicado, por ejemplo, para la acentuación eficiente de un cuadro de gran tamaño. Sin embargo, este sistema luminotécnico no es adecuado si se desea implementar un bañado de pared para el lado frontal del vestíbulo, ya que no permite una distribución homogénea de la luminosidad de arriba abajo en la pared. De ahí que, para lograr la máxima eficiencia, ERCO lleve ya décadas trabajando con un programa muy diferenciado de herramientas de iluminación.

Mediante la sistemática de luminarias coherente con diversas distribuciones de la intensidad luminosa, categorías de flujo luminoso y colores de luz, resulta posible utilizar de forma eficiente las familias de productos para distintas situaciones. En el caso de los proyectores, los proyectistas se benefician además de la flexibilidad del sistema de lentes. Las lentes Spherolit sustituibles permiten variar fácilmente la distribución de intensidad luminosa utilizando el mismo cuerpo de luminaria, por ejemplo de spot a flood o incluso a una distribución wallwash asimétrica. En caso de que más adelante se produzca un rediseño, esto ofrece al propietario la posibilidad de adaptar de forma flexible la iluminación y permitir una larga vida útil, por ejemplo al cambiar los formatos de obras de arte o los tamaños de las mesas en la zona de espera.

Convencer con un buen confort visual

Si se considera únicamente la eficiencia de una instalación de iluminación, a menudo la atención se dirige tan solo a los aspectos económicos de las luminarias. Es igualmente importante tener en cuenta el confort visual en el diseño de iluminación de vestíbulos. Un rendimiento muy elevado de la luminaria suele ir acompañado de un confort visual reducido. Esto da lugar a que la iluminación pueda considerarse muy buena en términos energéticos. Sin embargo, el insuficiente confort visual se traduce a menudo en deslumbramiento y por ende en una escasa aceptación: una sensación que debe evitarse a toda costa. No obstante, una disposición de las luminarias y una luminotecnia adecuadas permiten superar casi siempre este reto. El primer paso hacia un mayor confort visual consiste en la elección de un semiángulo de irradiación cerrado en lugar de abierto: un ángulo de distribución de intensidad luminosa en el que esta represente el 50% del valor de intensidad luminosa máximo. A su vez, el cono de luz debería estar libre de luz dispersa. Esto minimiza la posibilidad de deslumbramiento directo, así como de deslumbramiento indirecto debido a reflejos sobre superficies de la estancia o muebles. Un segundo paso reside en la elección de un ángulo de apantallamiento adecuado. Este ángulo expresa la eficacia del apantallamiento de la superficie de salida de la luz. Cuanto mayor sea, por ejemplo en downlights, el ángulo de apantallamiento entre el techo y una recta desde el borde de la luminaria hasta el borde de la fuente de luz, mayor será el confort visual.

Otro aspecto de la optimización se deriva de la luminancia del reflector o del cono de apantallamiento. La pintura negra se traduce en una luminancia considerablemente menor que la de una superficie de aluminio mate satinada. Un buen control del deslumbramiento exige mucha atención, especialmente en vestíbulos con techos altos. Para tales aplicaciones, los proyectistas pueden utilizar downlights de doble foco especiales, que disponen de un cono de luz preciso, un buen apantallamiento de la superficie de salida de la luz y un cono de apantallamiento negro. La especificación de una disposición adecuada de las luminarias ofrece un potencial adicional para minimizar el deslumbramiento y lograr así una buena aceptación entre los visitantes. En lugar de diseñar una cuadrícula, se pueden implementar disposiciones de luminarias individualizadas para cada situación espacial. Dependiendo de la distribución de intensidad luminosa, resultan distintas distancias a la pared e interdistancias de luminarias que pueden consultarse en la documentación de ayuda a la planificación de los fabricantes de luminarias. Además, el diseño del techo brinda múltiples posibilidades para reducir la mirada hacia las luminarias, por ejemplo mediante láminas o canales de techo. Un ejemplo de solución para vestíbulo ilustra a continuación la combinación de eficiencia y confort visual para un techo plano de color blanco.

Cuando la luz da la bienvenida. Estructuración atractiva de vestíbulos mediante el diseño de iluminación cualitativo.

El diseño de iluminación cualitativo otorga prioridad a una buena orientación y a una sensación espacial luminosa. La diferenciación entre las zonas de recepción, mesas, escalera y paredes favorece la legibilidad y mejora así la orientación. Los distintos tipos de luminarias, concretamente bañadores de pared, downlights de doble foco y downlights con oval flood, proporcionan una distribución óptima de la intensidad luminosa.

Cuando la luz da la bienvenida. Estructuración atractiva de vestíbulos mediante el diseño de iluminación cualitativo.

El diseño de iluminación cuantitativo del vestíbulo tiene como objetivo alcanzar la iluminancia mínima. El requisito funcional se traduce en una gran área de tránsito y la zona con la recepción bajo la galería. Los downlights generan por un lado una luminosidad uniforme y por otro lado conos de luz pronunciados en las paredes. La zona superior de la pared aparece oscura.

Comparación entre los diseños de iluminación cuantitativo y cualitativo de un vestíbulo

La comparación entre un concepto de iluminación cuantitativo y otro cualitativo para la zona de recepción de la sede central de una empresa mediana ilustra los potenciales creativos, técnicos y energéticos de un diseño orientado a la percepción. La situación: los visitantes encuentran en el gran vestíbulo de entrada de dos plantas un mostrador de recepción así como algunas mesas altas con taburetes. Sobre un lado del vestíbulo incide la luz diurna a través de la fachada de cristal de gran superficie. Por una amplia escalera situada en el lado opuesto, los visitantes acceden a las aulas en la planta superior. Para un diseño de iluminación cuantitativo, en primer lugar se analizan las iluminancias necesarias sobre la base de las normas y de los requisitos funcionales concretos. De ello puede derivarse una iluminancia horizontal de 100lx con una elevada homogeneidad para las superficies de tránsito generales. Para los puestos de trabajo en el mostrador de recepción se aplica una iluminancia de como mínimo 300lx. Para la iluminación eficiente con una buena uniformidad están indicados downlights LED de haz extensivo en una trama regular. Las 30 luminarias empotrables en el techo necesarias se traducen entonces en una potencia de 3,64W/m2.

Cuando la luz da la bienvenida. Estructuración atractiva de vestíbulos mediante el diseño de iluminación cualitativo.

Para el diseño de iluminación cualitativo se lleva a cabo una zonificación en planta: bañadores de pared frente a la entrada, downlights con distribución luminosa oval flood para la galería y downlights de doble foco para la zona de espera.

Cuando la luz da la bienvenida. Estructuración atractiva de vestíbulos mediante el diseño de iluminación cualitativo.

En el diseño de iluminación cuantitativo se extiende a lo largo del techo una trama uniforme de downlights de haz extensivo.

Crear orientación y una atmósfera generosa mediante el diseño de iluminación cualitativo

En cambio, el concepto de diseño de iluminación cualitativo parte de la sensación espacial para el visitante. Para lograr una primera impresión de luminosidad y amplitud, adquiere especial relevancia la pared situada frente a la entrada. Debe recibir una iluminación uniforme mediante bañadores de pared, a fin de enfatizar las dimensiones del espacio y al mismo tiempo orientar hacia la escalera. A su vez, para la conversación en el mostrador de recepción, la pared situada detrás de este es determinante para la sensación de luminosidad. También en este caso, el bañado de pared constituye una valiosa contribución a la percepción, puesto que el bañado homogéneo genera una sensación de amplitud y generosidad. De forma complementaria, tiene lugar una iluminación horizontal del mostrador de recepción alargado, empleando luminarias empotrables en el techo LED con distribución de intensidad luminosa ovalada, a fin de alcanzar la iluminancia suficiente para trabajar. Las mesas altas en el vestíbulo son objeto de una acentuación brillante mediante la luz dirigida y la disposición concentrada de los downlights de doble foco. Además, el excelente apantallamiento y el cono de apantallamiento oscuro contribuyen a un excelente confort visual para el vestíbulo alto. Las mismas luminarias son idóneas también para iluminar con eficiencia y confort visual la escalera que conduce a la planta superior. Para la galería situada frente al salón de actos se utilizan de nuevo downlights con distribución ovalada de la intensidad luminosa dado que, debido a la pared oscura, en este caso no estaría indicado el bañado de la pared.

La iluminancia en la recepción alcanza también aquí como mínimo un valor de 300lx, y un promedio de 100lx en la zona de tránsito. El concepto puede implementarse con tan solo 25 luminarias. Con 2,02W/m2, esta solución de iluminación se traduce en un ahorro energético del 45% en comparación con la solución convencional empleando exclusivamente downlights LED de haz extensivo. Sin embargo, en este caso no se trata tan solo del valor añadido energético, sino también del beneficio estético adicional. Llama especialmente la atención la mejora de la orientación hacia la escalera, así como la impresión general luminosa del espacio. Otra ventaja radica en el efecto del vestíbulo hacia el exterior. Por la noche, el vestíbulo con el bañado de paredes en ambas plantas presenta desde fuera hacia dentro un aspecto representativo que otorga a la fachada una apariencia transparente. Además, el bañado de gran superficie de la pared situada tras la escalera es ideal para escenificar allí, por ejemplo, el logotipo de la empresa u obras de arte. En términos de autorrepresentación, este diseño de iluminación cualitativo es más refinado y moderno que el concepto convencional, y por consiguiente supone una importante contribución a la comunicación de la marca.

Cuando la luz da la bienvenida. Estructuración atractiva de vestíbulos mediante el diseño de iluminación cualitativo.

Las herramientas de iluminación diferenciadas en el diseño de iluminación cualitativo posibilitan una mayor eficiencia. Tanto el número de luminarias como la potencia instalada son más económicos que en la planificación cuantitativa. En última instancia, el resultado convence por un menor consumo energético por superficie.

Resumen: dar la bienvenida adecuadamente con luz

Con el cambio de perspectiva desde un diseño de iluminación cuantitativo orientado a las normas hacia un diseño de vestíbulos orientado a la calidad, esta solución de iluminación más atractiva se traduce en algo más que un valor añadido para los visitantes. De hecho, permite al mismo tiempo reducir los costes de inversión y operativos para el propietario. Por ejemplo, al entrar en el vestíbulo, la iluminación de las paredes mediante bañado constituye una importante estrategia para lograr una sensación espacial luminosa. La división en zonas tales como información, superficie de tránsito y zona de espera permite prescindir en los vestíbulos de generalizaciones ineficientes que parten de exigencias máximas en cuanto a iluminancia y uniformidad, y desarrollar en cada caso una solución tan eficiente como atractiva. Para lograr un alto grado de aceptación entre los visitantes, es aconsejable tener en cuenta un buen confort visual, utilizando por ejemplo distribuciones de intensidad luminosa intensivas así como luminarias bien apantalladas. Dado que los vestíbulos transmiten una primera impresión representativa de una empresa o institución, la iluminación es un excelente instrumento no solo para visibilizar las funciones y ofrecer orientación, sino para concebir la luz como escenificación para la imagen de una marca.

Recomendaciones de iluminación para vestíbulos

- La acentuación de elementos importantes como la recepción, las escaleras y los ascensores facilita la orientación.
- Mediante el bañado de las paredes se genera una impresión espacial más luminosa y generosa.
- La iluminación de la pared situada frente a la entrada crea profundidad espacial y contribuye en gran medida al efecto del vestíbulo hacia el exterior.
- Un concepto luminoso específico para zonas de espera mediante iluminación acentuadora puede crear una atmósfera privada dentro de un vestíbulo de gran tamaño con iluminación básica.
- La iluminación acentuadora de objetos o zonas debería presentar un contraste de como mínimo 1:5 con respecto al entorno, a fin de ser claramente perceptible por el ojo.
- Especialmente en vestíbulos altos, es aconsejable tener en cuenta un buen confort visual y utilizar semiángulos de irradiación cerrados en lugar de abiertos, así como ángulos de apantallamiento elevados, a fin de evitar el deslumbramiento directo por las luminarias.

Cuando la luz da la bienvenida. Estructuración atractiva de vestíbulos mediante el diseño de iluminación cualitativo.

Dr. Thomas Schielke

El Dr. Thomas Schielke estudió Arquitectura en la Universidad Técnica de Darmstadt, Alemania. Desde hace más de 10 años, trabaja como redactor de comunicación didáctica en el fabricante de luminarias ERCO y es coautor del tratado «Un discurso de la luz. Entre la cultura y la técnica».

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