El Museo de Bellas Artes alberga una prestigiosa colección de casi 500.000 obras, que abarca arte antiguo, obras maestras modernas, personajes legendarios locales y visionarios universales. El arte y las piezas expuestas cuentan la historia de la experiencia humana. La iluminación de exposiciones de ERCO escenifica estas piezas respetando los aspectos relativos a su conservación.
Esta diversa colección comprende grabados de mitad de siglo, tejidos japoneses, moda y arte moderno. El objetivo de los diseñadores de exposiciones y los ingenieros electricistas es crear un ambiente estimulante y sugerente con la luz.
Dainichi, el Buda de la iluminación infinita, Japón, finales del periodo Heian, última mitad del siglo XI, ciprés japonés; pieza labrada en madera; altura de la figura: 151cm; altura con zócalo: 174cm; Colección Denman Waldo Ross, 11.10.1-2
Sala del Templo Budista
La luz debe mejorar la experiencia de los visitantes y proteger, al mismo tiempo, las obras de arte. El trabajo en estrecha colaboración con el departamento de conservación les permite asegurarse de que la luz no dañe las piezas con el tiempo. Esta colaboración implica una medición meticulosa de la luz y el ajuste de las luminarias para satisfacer los requisitos específicos de la iluminación.
La reforma que se realizó en la Sala del Templo Budista Japonés dotó a esta sala del ambiente contemplativo propio de un templo. Esto requería una iluminación que complementara la arquitectura antigua y acentuara los complejos detalles de las esculturas. Los requisitos de conservación de las esculturas de Buda eran estrictos. Se necesitaba un control preciso para limitar las horas de iluminación al horario de apertura del museo, a fin de garantizar que las obras de arte sensibles a la luz fueran expuestas mínimamente a ésta.
Se eligieron proyectores Eclipse 48V de ERCO, debido a que se pueden regular de forma flexible y permiten utilizar las grandes vigas de la sala como lugar de montaje discreto. El control Casambi Bluetooth permite regular la luz a unos 75 lux, encenderla poco antes de que el museo abra y apagarla poco después de que cierre. De este modo se creó un entorno cálido y acogedor que hace parecer a los budas más cercanos y accesibles.
El sistema de 48V resultó ser la solución perfecta. Es sumamente adaptable y permite el uso de diversos accesorios, como ópticas de enfoque y bañado de pared, lentes de escultura y lentes dispersoras.