La ampliación Liljevalchs+ de la tradicional Galería de Arte Municipal de Estocolmo no deja indiferente a nadie. Sus flexibles espacios y su moderna tecnología ofrecen las condiciones perfectas para la presentación del arte, mientras, su arquitectura presenta una estética escultórica arrolladora.
La Galería de Arte Liljevalchs es el espacio más importante de Estocolmo para la presentación de exposiciones de arte contemporáneo desde hace más de 100 años. Su Salón de Primavera ocupa un espacio permanente en el calendario cultural de la metrópolis. Este edificio, diseñado por el arquitecto Carl Bergsten en 1916, se considera la obra de vanguardia que abre paso a la arquitectura moderna en Suecia. En consecuencia, igualmente elevadas eran las exigencias cuando, en 2013, el estudio de arquitectura de Gert Wingårdh ganó la licitación para la construcción de una ampliación: instalaciones, seguridad y sistema de climatización de última generación que permitieran desempeñar un papel destacado en el ámbito global de las exposiciones de arte.
Wingårdh es uno de los arquitectos suecos más prestigiosos. Este arquitecto de 70 años de edad es muy conocido en Suecia por su participación en la serie de televisión «Husdrömmar», sobre particulares que reforman sus inmuebles. Wingårdh diseñó, en estrecha colaboración con la artista Ingegerd Råman, un compacto ortoedro de hormigón para la galería de arte. Este edificio, parecido a una corona dentada, alberga en su techo 166 tragaluces en forma de chimenea, ubicados en una rejilla cuadrada. Solo unos pocos huecos de ventana se abren paso por la fachada, la cual está estructurada por 6860 elementos redondos de vidrio, que recuerdan el fondo transparente de una botella, y brillan con la luz nórdica que llega a su superficie.
La sensación espacial que se produce en las salas de diferentes alturas, iluminadas por la luz natural que entra por la rejilla de hormigón del techo, es espectacular. La sofisticada geometría del techo controla y dispersa la luz natural. En los raíles electrificados, empotrados en los laterales de los tragaluces, se encuentran proyectores, bañadores o bañadores de pared que iluminan las obras expuestas. De este modo, se logra el equilibrio que permite al edificio ofrecer un fondo neutro para el arte, y permanecer, al mismo tiempo, perceptible y presente siempre.
La forma minuciosamente calculada de los tragaluces, que se extiende estrechándose hacia arriba, atenúa la luz solar directa. Los segmentos del raíl electrificado, enrasados en perfiles de montaje, tienen instalados proyectores Parscan para la iluminación general, y proyectores Eclipse para la escenificación de las exposiciones.
Concentración absoluta en el arte: las paredes carecen de huecos de ventanas o puertas que perturben su superficie, los accesos se encuentran en las esquinas de los espacios. La construcción del techo se abre hacia el cielo y genera una iluminación de ambiente modulada y suave en el espacio.
El nuevo edificio ofrece dos salas de diferentes alturas con tragaluces: de este modo, se crean las condiciones perfectas para la presentación de obras de arte tanto pequeñas como grandes.
Los proyectores Eclipse forman el nuevo núcleo de luminarias de la galería de arte. Sus lentes intercambiables, sus accesorios y On-board Dimming permiten adaptarlos flexiblemente a cualquier tarea de iluminación.
