Luz para escribir la historia de la arquitectura romana
Los antiguos Foros Imperiales se cuentan entre los yacimientos arqueológicos más importantes de la capital italiana y entre los testimonios culturales más valiosos de la «Ciudad Eterna», rica en tesoros artísticos. Se trata de plazas representativas, antaño orladas por suntuosos edificios, que se crearon en los inicios de la época imperial como ampliación del Forum Romanum. Incluso en su ruinoso estado actual, los foros bautizados en honor a sus respectivos fundadores todavía permiten apreciar la grandiosidad y el esplendor arquitectónico de la antigua metrópoli mundial. Con su concepto de iluminación para los Foros Imperiales, Vittorio y Francesca Storaro perseguían objetivos ambiciosos. Utilizando el lenguaje visual de la luz, pretenden narrar la historia de personajes históricos destacados, y de sus edificios. La idea es que la luz y la arquitectura interactúen para ilustrar por un lado la personalidad individual de los tres emperadores, Augusto, Nerva y Trajano, y por otro lado la carga simbólica de los foros que erigieron. El concepto luminoso básico para cada uno de los foros puede describirse, en palabras de los propios proyectistas, en los siguientes términos: «monodireccional para el Foro de Augusto, axial para el Foro de Nerva y centrífugo para el Foro de Trajano».
A su vez se utiliza el simbolismo de la luz para destacar los elementos centrales de cada foro. Los detalles arquitectónicos característicos se iluminan mediante luz de color blanco cálido (3000K). Para las demás zonas de los foros se emplea luz de color blanco neutro (4000K). Mediante la luz de color blanco cálido se enfatizan en el Foro de Augusto el templo de Mars Ultor (Marte el Vengador), en el Foro de Nerva las dos columnas «Colonnacce» y en el Foro de Trajano la Columna de Trajano y la Basílica Ulpia. En el concepto de iluminación de los Storaro, la luz cálida emana directamente, en cierto modo, de los personajes a quienes representan. Los propios emperadores habrían ostentado el símbolo del sol y, en el curso de su historia, habrían transitado por un camino radiante. En la argumentación temática de su concepto de iluminación, Vittorio y Francesca explican además: «Respondiendo a la necesidad de un equilibrio entre los tres grandes conquistadores y el mantenimiento de la paz en los territorios conquistados, toda el área en torno al punto central de cada foro recibe una luminosidad lunar, una armonía imprescindible entre la humanidad y la divinidad, entre la luz de luna y la luz solar».