La restauración de la Sala Capitular, que data del siglo XVI, duró dos años. Ahora, los frescos de Juan de Borgoña, el impresionante casetón del techo y los retratos de los arzobispos de Toledo resplandecen con una nueva frescura y con todo lujo de detalles. Los bañadores de pared Parscan iluminan los frescos y los proyectores de contornos Pollux, los cuadros enmarcados. Las luminarias penden de raíles electrificados Hi-trac, e iluminan suavemente la parte superior del techo con módulos LED, que crean un efecto impresionante, interviniendo lo menos posible en la estructura histórica.