La ciudad china de Nanjing es un destino de peregrinación tradicional. Recientemente se ha inaugurado aquí un nuevo templo. El salón central y una valiosa reliquia del Buda Shakyamuni resplandecen bajo la luz de ERCO.
Cuenta la leyenda que, antaño, los Budas se encontraban en la montaña Niushou, situada en el este de China. En el curso de los siglos se construyeron en este lugar numerosos edificios budistas; el último de ellos, un palacio de lo superlativo, incluso para los estándares chinos. Como principal atracción alberga un fragmento de cráneo que los creyentes veneran como reliquia del Buda Shakyamuni. De hecho, se bautizó el palacio con la palabra en sánscrito «Usnisa», que designa la característica protuberancia en la parte posterior del cráneo de los Budas y representa la sabiduría.