Aprendiendo de Las Vegas

Condiciones lumínicas homogéneas

Las luminarias de ERCO se utilizaron en casi todas las zonas; tanto en espacios exteriores como en las salas de exposiciones, los pasillos y los corredores. De este modo, fue posible lograr unas condiciones lumínicas homogéneas en todo el edificio. Esta iluminación coherente facilita la orientación a los visitantes de las ferias y transmite una sensación armoniosa del espacio de este enorme edificio, además de acentuar la arquitectura: «Impulsar la arquitectura», con estas palabras, el diseñador de iluminación David Ghatan, de CM Kling + Associates, define perfectamente la iluminación implementada.

Moderno y con visión de futuro

Un elemento exterior distintivo de la innovadora arquitectura del Pabellón Oeste es el techo, que se abarca todo el edificio nuevo. Solo por su brillante revestimiento blanco, que refleja el sol del desierto, es imposible no verlo. Su silueta arqueada se asemeja a la cadena montañosa Spring Mountain. Su estética lo convierte, sin lugar a dudas, en el nuevo emblema arquitectónico del LVCC, que se alza en el horizonte de Las Vegas. Lo acentúan más de 300 proyectores para espacios exteriores Kona de ERCO, que se encuentran instalados en la estructura del techo y en los mástiles. La amplia gama de accesorios para el montaje ofrece una gran flexibilidad a la hora de instalar las luminarias Kona. Cada proyector está específicamente orientado, gracias a su articulación giratoria y basculante, con el fin de acentuar con precisión todos los detalles de la arquitectura.

Ambiente a cielo abierto

La estructura arqueada del techo alcanza su punto álgido en la espectacular entrada del Pabellón Oeste: una bóveda de acero y cristal de 36 metros de altura que se extiende por el atrio de entrada, iluminado con luz natural, y conocido como el Grand Lobby, que presenta una fachada frontal acristalada con vistas a la Paradise Road. El techo sobresale tanto, que crea una amplia explanada. Los proyectores Kona, utilizados tanto en los espacios exteriores como en el atrio de entrada, logran unas condiciones lumínicas equilibradas entre el interior y el exterior y, al mismo tiempo, acentúan los ejes visuales y los ángulos de visión de la arquitectura. También en este caso, cada proyector Kona fue orientado de manera individual.

La luz natural necesaria

Según David Ghatan, una iluminación controlada por DALI es esencial en casi todas las zonas de la ampliación. Este tipo de control nos permite adaptarnos de manera ideal a las condiciones lumínicas que imponen la luz artificial y la luz natural, y equilibrar los contrastes, ya que esta extensa ampliación está siempre expuesta a la luz natural, a excepción del pabellón de exposiciones central de 30.472 m²; el pabellón sin columnas más grande de América del Norte. Se pueden levantar un total de 14 paredes flotantes, paredes flexibles integradas, de modo que la luz natural pueda entrar en las salas de reuniones y en las salas de exposiciones más pequeñas según se la necesite.

Una calidad de estancia que invita a quedarse

300 downlights Compar de ERCO facilitan la orientación en los pasillos y corredores, y aportan un elevado confort visual. El reflector de lamas de Compar limita el campo de visión al interior de la luminaria, y proporciona así un elevado confort visual, incluso con un ángulo de irradiación de 90°. Los complementan 150 bañadores de pared Compar de ERCO, que transmiten una gran sensación de luminosidad, gracias a la iluminación uniforme de las paredes. A ellos se unen 1400 proyectores Parscan de ERCO. Montadas en foseados, estas luminarias de diseño minimalista se integran discretamente en la arquitectura. Los foseados se ordenan en perpendicular respecto al sentido del recorrido. De este modo, los amplios pasillos quedan claramente estructurados, y presentan un tamaño agradable y práctico, que da lugar a una calidad de estancia grata y acogedora.

El Pabellón Oeste, como edificio ferial moderno y encantador, ya se ha establecido en el deslumbrante y colorido centro de Las Vegas. Y hasta tiene ya un apodo que alude al techo blanco que protege del calor del desierto, y que no es menos encantador: «Snow Cone», el típico granizado que en Estados Unidos se sirve tradicionalmente en conos de papel blanco.