Un ángulo de incidencia muy inferior a 30° da lugar a la proyección extrema de sombras sobre los objetos expuestos. Como consecuencia, a menudo se perciben exageradamente las texturas causadas por pinceladas o relieves, a lo cual se suma la posible proyección de sombras por el marco del cuadro. Pese a la elevada iluminancia, debido al ángulo de incidencia pronunciado se obtiene tan solo una escasa sensación de luminosidad en la superficie del cuadro.
Un ángulo de incidencia muy inferior a 30° da lugar a la proyección extrema de sombras sobre los objetos expuestos. Como consecuencia, a menudo se perciben exageradamente las texturas causadas por pinceladas o relieves, a lo cual se suma la posible proyección de sombras por el marco del cuadro. Pese a la elevada iluminancia, debido al ángulo de incidencia pronunciado se obtiene tan solo una escasa sensación de luminosidad en la superficie del cuadro.