Una temperatura de color muy cálida con 2700K realza muy eficazmente tonos cromáticos cálidos, tales como rojo, naranja y amarillo. En cambio, una temperatura de color fría debilita su efecto cromático. Una temperatura de 2700K es idónea para materiales como madera, piedra arenisca o metales de tonos cálidos, tales como oro, latón y bronce.
Una temperatura de color muy cálida con 2700K realza muy eficazmente tonos cromáticos cálidos, tales como rojo, naranja y amarillo. En cambio, una temperatura de color fría debilita su efecto cromático. Una temperatura de 2700K es idónea para materiales como madera, piedra arenisca o metales de tonos cálidos, tales como oro, latón y bronce.