La visión de contraste es el proceso de percepción visual en el que se distingue la diferencia de luminosidad (luminancia) o de color entre dos objetos o entre un objeto y su entorno. Para poder ver un objeto, es necesario que el contraste con su entorno sea lo suficientemente elevado. Lo ideal sería una relación como mínimo de 2:1. Cuanto menor sea el contraste, más difícil será distinguir entre dos formas.
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