El efecto que produce el tipo de iluminación de un espacio en la
percepción visual se puede explicar mediante un ejemplo. La imagen de la izquierda muestra un espacio en tonos blancos y grises. Tanto la perspectiva como la iluminación se orientan hacia la pared de fondo y hacia la pared lateral derecha. En ambas paredes están trazados cuadrados con contornos nítidos, que representan cuadros. La esquina del espacio entre ambas paredes presenta el mismo tono gris que el de los dos cuadros.
Esta imagen muestra el efecto de la
progresión continua de la luminancia en las paredes. La trayectoria de la pared más luminosa hacia la esquina gris del espacio se interpreta como una propiedad de la iluminación, la reflectancia de la pared se considera constante. Los cuadros que presentan contornos definidos y un tono gris uniforme se interpretan como una propiedad del material o como un color homogéneo. Este ejemplo demuestra que la luz no es únicamente el medio transmisor, sino que nosotros también la clasificamos y la interpretamos.