Al igual que otras lámparas, los LED envejecen y se desgastan. Este desgaste conlleva una depreciación de su flujo luminoso. El mantenimiento del flujo luminoso de los LEDs es un parámetro estadístico que describe la cantidad de flujo luminoso que continua emitiendo el LED con respecto a su flujo luminoso inicial, una vez transcurridas determinadas horas de funcionamiento. Los valores L y B y las horas de funcionamiento tenidas en cuenta indican la depreciación del flujo luminoso. Los valores L y B no proporcionan ningún tipo de datos acerca del rarísimo fallo total de un LED, denominado índice de fallo.