Los conos son células sensoriales fotosensibles del ojo que, junto con los bastones, nos permiten ver. Los conos del ojo determinan nuestra visión en entornos con intensidades luminosas elevadas, es decir, durante el día o en espacios con una iluminación artificial. El sistema de conos apenas es sensible a la luz y se concentra sobre todo en la zona central que rodea a la fóvea. Este sistema nos permite ver los colores y disponer de una enorme agudeza visual.
- Conos tipo S (del inglés «short wavelength receptor», receptor de longitud de onda corta): este receptor es sensible a la longitud de onda azul del espectro visible para el ser humano, por eso también se le denomina receptor azul. Son los menos numerosos.
- Conos tipo M (del inglés «medium wavelength receptor», receptor de longitud de onda media): Los conos tipo M también se denominan receptores verdes. Son especialmente sensibles a la longitud de onda verde, es decir, la que se encuentra entre la luz azul y la naranja. Estos receptores son los segundos más numerosos en la retina del ojo.
- Conos tipo L (del inglés «long wavelength receptor», receptor de longitud de onda larga): Los conos tipo L tienen su pico de percepción en la longitud de onda larga. También se denominan receptores rojos porque contribuyen significativamente a la percepción de este color con el amarillo verdoso. Los conos tipo L son los más comunes en la mayoría de las personas.