El vestíbulo transmite al huésped una primera impresión del hotel. Junto a la percepción del espacio y de la orientación, la atmósfera asume un papel importante. El espacio se divide en recepción, salón, zona de bar y superficies de tránsito. En las paredes, los bañadores de pared generan una distribución luminosa uniforme. Los proyectores orientables acentúan zonas funcionales importantes, tales como recepción, ascensores, bar, mesas o también elementos arquitectónicos como los puntales.
Mediante el concepto de iluminación diferenciado puede obtenerse el efecto luminoso óptimo para cada zona: elementos de atracción visual para la primera impresión del espacio mediante luz tenue en las columnas y proyecciones de luz en la pared; brillo y modelado para el área de salón así como una buena iluminación del puesto de trabajo para la recepción.
La iluminación de las paredes muestra al visitante las dimensiones y la estructura del espacio y facilita la orientación.
Al complementar la iluminación de las paredes mediante una iluminación de acento, se obtiene además una "luz para mirar". Este concepto realza funciones importantes como la recepción, ascensores o mesas. La luz tenue en las columnas contribuye a la estructuración del espacio.
Los efectos luminosos decorativos con dibujos proyectados crean, en tanto que "luz para contemplar", una atmósfera interesante. La iluminación en color del bar con colores de luz variables redondea la "luz para contemplar".
