En los locales de venta, la iluminación sigue, por un lado, la pauta de una puesta en escena generosa de los productos y, por el otro lado, se sitúa en el contexto de consideraciones económicas para reducir al mínimo los gastos de explotación para electricidad, mantenimiento de lámparas y climatización. Dos pasos ilustran de forma ejemplar el uso eficiente de la luz en locales de venta: por un lado, división en zonas con iluminancias diferentes en función del uso y, por el otro lado, un concepto de iluminación diferenciado que apoya de forma óptima la percepción del espacio y de la mercancía.
LED en Downlights para la iluminación general y proyectores para la acentuación garantizan una buena eficacia luminosa. Los bañadores de pared subrayan la dimensión del recinto, resaltando las superficies verticales. La impresión de luminosidad se tiene que considerar, por una parte, de forma subjetiva en el contexto de la cultura, las costumbres y la edad y, por otra parte, en relación con la imagen de la marca que se desea conseguir. Otras medidas, tales como un uso más diferenciado del control de luz o muebles y superficies del recinto más claros, ofrecen un potencial de optimización adicional.