En las exposiciones, a menudo se aplican tanto aspectos arquitectónicos como elementos escenográficos. A modo de ejemplo, el vestíbulo de una empresa sirve como entrada representativa y al mismo tiempo como superficie para objetos expuestos. Unos cilindros textiles suspendidos de la estructura portante enfatizan las tarimas como islas. La iluminación arquitectónica clásica con luz diurna e iluminación general se opone a la concepción dramática de la iluminación de un escenario. La luz natural penetra en el espacio a través del techo de cristal. Las luminarias para el bañado de paredes, la acentuación y la proyección están ubicadas en la estructura portante del techo y en las suspensiones de los cilindros textiles.