Luz para ver, luz para mirar y luz para contemplar | ERCO Conocimientos luminotécnicos

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Luz para ver, para mirar y para contemplar: imágenes ilustrativas de proyectos y maquetas.

Luz para ver, para mirar y para contemplar ejemplificadas en imágenes.

La luz para ver, para mirar y para contemplar (en inglés, ambient luminescence, focal glow y play of brilliants) constituyen los tres tipos de iluminación fundamentales del diseño de iluminación orientado a la percepción que desarrolló el diseñador de iluminación estadounidense Richard Kelly. Esta «gramática de la luz» no solo constituye un fundamento importante para un diseño de iluminación cualitativo, sino también para el diseño de las luminarias.

¿Qué es la luz para ver?

Luz para ver: sala con estela, iluminada mediante un bañado de pared.

Luz para ver: bañado de pared para facilitar la orientación general en el espacio.

Kelly identificó como primera y fundamental forma de luz la «ambient luminescence»; un término que puede traducirse como «luz para ver"». Este elemento proporciona una iluminación general del entorno, y asegura que el espacio circundante, sus objetos y las personas en él presentes sean visibles.

Esta forma de iluminación, que ofrece la posibilidad de orientarse y realizar actividades a rasgos generales, coincide en gran medida con los planteamientos del diseño de iluminación cuantitativos, gracias a su orientación amplia y uniforme. Sin embargo, al contrario de lo que parece, la luz para ver no es el objetivo, sino simplemente la base de un proyecto de iluminación más complejo. No se perseguía una iluminación global con una iluminancia presuntamente óptima, sino una iluminación diferenciada, fundamentada sobre el nivel básico de la luz ambiental.

¿Qué es la luz para mirar?

Luz para mirar: estela iluminada mediante la acentuación.

Luz para mirar: la iluminación de acento resalta la estela en la sala.

Con el fin de lograr una diferenciación, Kelly implementó una segunda forma de luz, a la cual denominó «focal glow», término que puede traducirse como «luz para mirar». En este caso, la luz cumple el cometido de participar activamente en la transmisión de información. Para ello se tuvo en cuenta el hecho de que las zonas claramente iluminadas atraen involuntariamente la atención del observador.

Una distribución adecuada de la luminosidad permite ordenar la abundancia de información contenida en un entorno. Las áreas con información esencial se pueden realzar mediante una iluminación de acento, mientras que las informaciones secundarias o innecesarias pueden reducirse mediante un nivel de iluminación menor. Esto facilita la transmisión rápida y segura de la información esencial. El entorno visual se percibe en sus estructuras y en la importancia de sus objetos. El mismo principio se aplica a la orientación en el espacio, p. ej., la diferenciación inmediata entre una entrada principal y una secundaria, así como a la acentuación de objetos, como en el caso de la presentación de productos o el realce de la escultura más exquisita de una colección.

¿Qué es la luz para contemplar?

Luz para contemplar: estela con una iluminación espectacular y diferenciada.

Luz para contemplar: la misma luz es el centro de atención, representa su propia información.

La tercera forma de la luz, «play of brilliants» o «luz para contemplar», surge de la certeza de que la luz no sólo puede mostrar información, sino que constituye una información en sí misma. Este concepto se aplica sobre todo a los efectos de brillantez generados por fuentes de luz puntuales que se proyectan sobre materiales reflectantes o refractantes. No obstante, la propia fuente de luz también puede percibirse como brillante.

La «luz para contemplar» dota de vida y ambiente sobre todo a los espacios representativos. Lo que tradicionalmente se había conseguido mediante arañas y llamas de vela, ahora se puede lograr en un diseño de iluminación moderno, mediante el uso selectivo de esculturas de luz o la formación de brillo sobre los materiales iluminados.