Las zonas funcionales son zonas que se encuentran en un espacio interior o espacio exterior, y que exigen unos requisitos especiales de iluminación en función de su uso. Por ejemplo:
- Zonas de trabajo
- Zonas de tránsito
- Zonas de descanso
- Superficies dedicadas a las exposiciones
Las superficies grandes iluminadas de manera muy uniforme pueden parecer monótonas si no están estructuradas. Además, aumenta el consumo de energía de la iluminación, ya que, normalmente, la zona de referencia de todo el espacio es la que más iluminada está. En cambio, una iluminación diferenciada de las zonas funcionales estructura el espacio, mejorando no solo la orientación. Los haces de luz precisos y los contrastes de luminosidad intensos permiten separar claramente los espacios. Los contrastes pronunciados de cada una de las zonas respecto al entorno las diferencian de su contexto espacial. La iluminación general de baja intensidad y el bajo consumo de energía que ésta supone son el punto de partida para crear acentos. Los sistemas de control de la iluminación, como Casambi Bluetooth o DALI, permiten equilibrar perfectamente la luminosidad de las zonas funcionales y adaptarla a los diferentes usos. La iluminación zonificada aplicada en las zonas de tránsito fomenta la atención y aumenta la seguridad.